Desarrollo


Hacia mediados de 1872, la población de Caracoles llegaba aproximadamente a los dos mil habitantes. Surgían por todas partes casas de madera o fierro galvanizado. Se estableció una alineación en las calles, siguiendo la dirección general de la quebrada. El gobierno boliviano hizo construir un edificio destinado a albergar al sub-prefecto, algunos empleados, un oficial y una docena de soldados. La extensión del distrito minero era considerable alcanzando a cerca de quinientos kilómetros cuadrados, lo que determinó su división en Primer, Segundo, Tercer y Cuarto Caracoles.




El Primer Caracoles comprendía la llamada Placilla Norte, que servía a los grupos de minas que se encontraban al norte de Quebrada Honda; el Segundo, era la Placilla de la Isla, que limitaba al norte con Quebrada Honda y al sur con el Cerro El Centinela. El Tercero y el Cuarto Caracoles correspondían a la designación de un grupo de minas que se encontraba al suroeste de la Isla.



Placilla Norte, que más tarde llegó a tener casi cinco mil habitantes, se convirtió en capital administrativa y residencia de las autoridades bolivianas. Dentro de ella, en el sector llamado “Casa de Tabla”, se ubicaban las casas comerciales, algunas de ellas también compradoras de minerales. Las primeras en establecerse fueron las de la Sociedad Proveedora; la de Horado Hermanos; Rodrigo Antonio Neves; García, Campo y Resquejo; Pérez, Alegre y Castilla; Pinnau y Cía. y Wessel y Cía. Felipe Labastié escribía en su monografía sobre el mineral:



“En 1873, la Placilla Norte había tomado grandiosas proporciones con sus plazas, sus anchas avenidas, sus calles bien delineadas…edificios públicos tales como iglesia, subprefectura, casa de correos, recova, cárcel, cuartel, juzgado, hospital, lazareto, cementerio, matadero, teatro y cuartel de bomberos.



Se construyeron dos hoteles y muchas casas grandes para el comercio…”.



La zona denominada “Isla” y sus grupos circunvecinos, alcanzaron a tener cuatro mil pobladores. La “Isla” constituyó también un pueblo, con su calle comercial de un kilómetro y medio de largo y calles adyacentes de igual extensión. Quebrada Honda, donde más tarde se levantarían los hornos de fundición, llegó a tener una población de mil quinientos habitantes.



Se publicaban en el mineral los periódicos: El Eco de Caracoles, La Mariposa del Desierto, La Patria y El Globo. El 18 de septiembre de 1874 se inauguró la escuela para niños “José Victorino Lastarria”, cuyo nombre recordaba a uno de los primeros chilenos que llegó al mineral. El 6 de agosto de ese mismo año se fundó una escuela para niñas. El progreso que había alcanzado el mineral fue registrado por André Bresson:



“En resumen, en cuatro años solamente, de un desierto árido; donde nadie interrumpía el silencio de muerte de su eterna vacuidad, hombres atraídos por la apariación de un precioso mineral, crearon un distrito minero donde viven más de 5.000 habitantes…donde no falta nada a una población que gasta su dinero con tanta facilidad como la gana”.



La mayor parte de los problemas parecían solucionados. Se habían trazado caminos más cortos y expeditos. Se descubrieron dos “aguadas”, una a 16 kilómetros al occidente de Caracoles en un punto denominado Victoria y otra, llamada Aguas Dulces, a igual distancia, al noroeste del mineral. El descubrimiento de esas fuentes y las mejores comunicaciones de tradujeron en una baja en los precios del vital elemento.

Fuente: Boletín Minero, Sonami.